siento que no quisiera llegar nunca
ahora que el aire se ha vuelto sólido
haciendo del camino entre los árboles
algo muy ruidoso (pero bonito)
(pero ruidoso)
y el viento frío sabe bien
aunque te cuartee las manos
porque ventila la pena
y te obliga a caminar
por todo eso de no morir congelado
la verdad es que no sé
si estoy dónde estoy o adónde voy
o si estoy aún ahí de donde vengo
no sé si importa, en realidad
(por lo menos lo parece)
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