la tormenta me ha dejado la urgencia
de poner primera y apurarme
buscar alguna playa embravecida
de las que queden ahora que ha salido
otra vez y lamentablemente el sol
que deba confesar que me hará bien
aunque no me apetezca el bien
pero las ganas de no hacer son peores
si el día afuera está bonito
y no tienes excusa para la tristeza
ni para no haberte levantado de la cama
quizás lo que espero es que la lleve el viento
mientras me resfrío para nada
solo por poder decir que hice algo
ni que fuese un poco
también por poder decir que lo hice
por
la
blanda
arena
que
lame
el
mar
y poder jurar que no malgasté
este puto privilegio de tenerla
este que no sé aprovechar