circula por mis venas
cada nota de ceniza
que abandona este cigarro
un torbellino de calma
contándome a tientas
que no va a ocurrirme
nunca más
un largo letargo que,
terminándose, al fin
me regresa a ti
que me crece
construyéndome así
en lo que siempre seré
en todo
en alma
en río
en viento
en mí